
Un nuevo libro para una nueva era
Uno de mis propósitos con HumanOffOn es examinar y compartir el irreversible proceso de cambio y de evolución del ser humano en la Era Digital y cómo es posible asumir y asimilar la integración on y offline a todos los niveles de la vida personal y profesional del ciudadano del siglo XXI.
Desde el punto de vista práctico, cada vez más personas son conscientes de los efectos, los desafíos y las oportunidades que esta era digital nos presenta.
La tecnología e Internet ya no son una revolución sino parte de un mismo ecosistema humano que en su día supo incorporar y asimilar otros cambios relevantes, como la imprenta, la máquina de vapor, la luz eléctrica, el automóvil, el avión, los periódicos, el teléfono, la radio, la televisión, y tantas otras “revoluciones”.
Lo apasionante de esta época es que a medida que la tecnología avanza, la necesidad de lo humano se acrecienta.
La revolución post digital será la revolución de las emociones.
Y reconocer lo humano en el off y en el online será nuestro desafío.
Este mundo digital nos ha aportado un mundo de redes en donde el ser humano busca atraer y ser atraído, convirtiéndose en un amplificador y en un imán.
Cada persona conectada se ha transformado tanto en destinatario, como en emisor de millones de mensajes y esta gran transformación ha sido posible debido al encuentro entre lo humano y lo digital.
El ser humano deberá aprehender a convivir con estas nuevas capacidades y a aprender a usarlas a su favor. Este reinventarse frente a un mundo nuevo, podría considerarse un renacer de lo humano.
Humanoffon es una recopilación de impresiones esenciales e impostergables sobre varios aspectos de esta nueva era offline + online.
Estamos siendo parte de uno de los movimientos sociales, culturales y científicos que más esperanza y preocupación generan.
Protagonizamos una era de innovación permanente, en la que el límite de lo posible se redefine cada día.
Una era en dónde la innovación tecnológica se desarrolla sin pausa y los avances en materia de inteligencia artificial, robótica, nanotecnología, medicina genética, Internet de las cosas, vehículos autónomos, cibercrimen, ciberterrorismo, realidad virtual, exploraciones al espacio exterior, son constantes.
La manera en que esto afecta a la evolución humana y a nuestro día a día es lo que determinará al Hombre del futuro.
Esta nueva realidad en la que la tecnología parece ser el motor principal de la transformación que vivimos puede enfrentarse a la consecuencia de dejar al Hombre fuera de la ecuación. Si el enfásis se coloca sólo en lo tecnológico sin contemplar de manera prioritaria lo humano se corre el riesgo que el ser humano se desoriente ante la avalancha de lo nuevo.
Desde el aspecto científico, económico, político y social, el cambio es revolucionario, nos guste, o no.
Siempre hay que reinventarse, cada crisis es una oportunidad de enfocar la mirada en otro lado. Pero soy consciente de que no siempre es posible ni todo el mundo es capaz de hacerlo ni está preparado para hacerlo.
Lo físico cobrará más valor porque será lo más escaso. Lo digital reemplazará el contacto humano en muchos ámbitos. El contacto humano y la presencia física serán una experiencia muy valiosa para quienes se han acostumbrado a la frialdad y a la eficiencia de la máquina.
Será como esos productos que ponen en su etiqueta “hecho a mano” y justifican así un valor más elevado.