
‘Permacrisis’ es, probablemente, la palabra que mejor define la era que estamos viviendo. Permacrisis es un período prolongado de inestabilidad e inseguridad, especialmente resultante de una serie de eventos catastróficos. Las marcas existosas, sin embargo, mientras lidian con la permacrisis crean la «permaoportunidad».
«Permaoportunidad» es un término que se refiere a la capacidad de encontrar oportunidades y aprovecharlas de manera constante a lo largo del tiempo, incluso en situaciones desafiantes o adversas.
El término se deriva de la frase «oportunidad permanente», y se utiliza en el contexto de la gestión empresarial y el liderazgo para describir la mentalidad y las habilidades necesarias para identificar y capitalizar oportunidades de forma continua y sostenible.
El término relativos encarna a la perfección la vertiginosa realidad de esta era que nos lleva de un evento sin precedentes a otro, mientras nos preguntamos qué nuevos sucesos podrían estar a la vuelta de la esquina.
Lo que estamos viviendo, desde el comienzo del siglo 21, son sucesos, muchos desconocidos y tan infrecuentes, que no los teníamos incorporados al manual de instrucciones.
Lo fascinante de esta época es que hay señales de esa permacrisis y de permaoportunidad por todas partes.
Lo que más nos ha sacudido es que tras años de relativa calma y estabilidad nos pase algo no anticipado. Porque si son crisis conocidas, más o menos podemos lidiar con ellas.
La buena noticia es que hemos aprendido cosas: también podemos lidiar con lo nuevo, lo inesperado, lo incierto.
Mal, bien o regular, pero lidiamos.
Es quizás ello lo que ayuda a definir más el entorno actual con un elevado grado de incertidumbre y un contexto internacional donde las tensiones geopolíticas han vuelto al centro del escenario.
Y como ya hemos comentado, siempre que hay crisis hay oportunidades. Y si hay permacrisis habrá permaoportunidades.
¿Que nos deparará el futuro de las marcas en este contexto tan extraño como apasionante?
Con el temor a la recesión, las preocupaciones sobre el crecimiento empresarial y la agitación política en el horizonte, y el continuo énfasis en la inclusión y el medio ambiente, nos concentraremos más que nunca en trabajar de manera más inteligente, no más difícil. Más humana y más consciente, también.
Marcas, empresas, organizaciones, personas que tengan esto en cuenta serán necesarios para que todos sigamos creciendo y prosperando.
Desde la pandemia, muchas marcas se han apoyado mucho en la emoción en su marketing, brindando la oportunidad de demostrar a los clientes que la marca entiende y está ahí para ayudar. Algunas de manera honesta y auténtica y otras de forma oportunista.
Dado que la complejidad, la incertidumbre y la imprevisibilidad solo aumentarán en el futuro cercano, es probable que esta se continúe buscando simplificar las experiencias para crear una sensación de estabilidad en la vida de los empleados y los clientes.
Cada vez más personas reciben noticias de fuentes que no son medios fiables, y su credibilidad es cuestionable. La mayoría de fuentes de las que recibimos nuestras noticias son técnicamente canales de entretenimiento. Y luego está el desafío adicional de los canales sociales como Facebook y TikTok, donde aparecen más deepfakes.
Cada vez será más difícil saber qué es real y qué es falso y cada vez es más sencillo manipular la opinión pública.
Nuestra «Nueva Normalidad 2.0» intenta ir dejando atrás la Nueva Normalidad que nos trajo la pandemia.
La hibridación está luchando por ocupar un lugar destacado.
Después de verse empujados a interacciones completamente digitales durante la pandemia, los empleados, clientes y consumidores están anhelando experiencias en persona nuevamente. Las marcas exitosas se enfocan en ofrecer ambas cosas: las experiencias en persona que las personas anhelan para volver a sentir la normalidad y la conveniencia y facilidad de las experiencias digitales. Lo mejor de cada mundo, mientras con naturalidad se normaliza la relación omnicanal.
Ya sea virtual, físico o híbrido, las personas (empleados, clientes, consumidores…) elegirán experiencias que traigan alegría, alivio, buena onda, sorpresa y felicidad a sus vidas.
Las marcas más queridas actúan de manera auténtica en relación los problemas locales, sociales o globales. Evitan las historias inspiradoras sino hay acciones de marca reales detrás de ellas. Creen en la belleza de la conexión humana y dejar que sus acciones hablen por sí mismas.
Las iniciativas de sostenibilidad de las marcas crearán nuevas formas de vender/comprar productos, ofrecer servicios, proteger nuestro planeta y compartir el ciclo de vida de una marca y su huella de carbono.
Es posible que para muchos 2023 sea un año difícil y para otros un año de posibilidades.
No podemos ignorar que hay una posible recesión a largo plazo, conflictos continuos y fenómenos meteorológicos extremos, sin mencionar la crisis de liderazgo local y global que ha consolidado en muchas latitudes a líderes autoritarios, y en muchos casos aislacionistas.
El cortoplazo es enemigo del progreso
Las marcas y las empresas deberán pensar mucho sobre cómo hacer para sobrevivir y prosperar a corto plazo, mientras crean valor sostenible para sus empleados, clientes, accionistas, etc..
En un mundo con menos recursos y mayor incertidumbre, ¿por qué te elegirán a tu marca?
Las empresas y las marcas que adopten una visión a largo plazo y se den cuenta de que es esencial adoptar una postura clara que indique su compromiso con un futuro sostenible, tanto a nivel medioambiental como económico y social, y sean humano céntricas, tendrán muchas más posibilidades que las que no.
Ya no se trata de lo que tu marca dice sino de lo que tu marca hace.
¿Tus acciones son el reflejo de tus valores? ¿Las experiencias que tienen tus clientes reflejan aquello que dices ser?
La experiencia de marca se entrelaza cada vez más con el propósito, el posicionamiento y la promesa. La experiencia de marca es cómo una marca vive ese posicionamiento y propósito.
A medida que los clientes y consumidores otorgan cada vez más importancia a la experiencia de la marca, será primordial crear o re definir un propósito, posicionamiento y promesa para que la experiencia sea honesta, auténtica, genuina y diferencial.
Las marcas líderes asumen y en muchos casos integran tecnologías emergentes como la IA y blockchain. Estas tecnologías se integrarán cada vez más en el trabajo y el consumo diario de productos y servicios.
Cuanto más aprendan estas herramientas y más competentes seamos en las indicaciones, más claro y significativo será el papel de la IA en el proceso de creación o evolución de la relación entre las marcas y las personas.
La IA continuará su crecimiento, tanto en estática como en movimiento, y se establecerá como una poderosa herramienta para que las marcas generen conexiones únicas con las personas de maneras que ni aún hoy podemos imaginar.
En un océano de opciones, es importante que las marcas entiendan el valor de una experiencia personalizada para aumentar la lealtad y el compromiso con la marca.
Y aunque suene extraño, las marcas pueden aprovechar estas tecnologías y conocimientos/datos para ayudar a guiar las interacciones y crear experiencias más humanas y empáticas. Sí, más humanas y empáticas, a través de la integración de nuevas tecnologías.
Aquellos que lo hagan, sin duda, tendrán la ventaja competitiva e impulsarán el valor a un nuevo nivel con sus consumidores.
Permacrisis como oportunidad
Aunque la permacrisis puede ser un estado de incertidumbre y cambio constante, también puede presentar oportunidades para fomentar la colaboración, el cambio hacia hábitos más sostenibles, la innovación y la creatividad, la conciencia social y la resiliencia.
- Fomento de la colaboración y la solidaridad: En tiempos de crisis, la colaboración y la solidaridad son esenciales para sobrevivir. Podemos aprovechar esta oportunidad para fomentar la creación de redes de colaboración y apoyo mutuo. Pensar y actuar más en términos de nosotros y no tanto del yo.
- Cambios en la forma de vida: La permacrisis puede obligarnos a cambiar nuestra forma de vida y a adoptar hábitos más sostenibles. Podemos aprovechar esta oportunidad para reducir nuestro impacto ambiental y mejorar nuestra calidad de vida. Con especial atención a la salud mental y emocional.
- Innovación y creatividad: La permacrisis puede ser una oportunidad para fomentar la innovación y la creatividad. En tiempos de cambio constante, es necesario encontrar nuevas formas de resolver problemas y adaptarnos a las nuevas circunstancias.
- Mayor conciencia social: La permacrisis puede llevar a una mayor conciencia social y política. Podemos aprovechar esta oportunidad para fomentar la educación y el debate sobre temas sociales y políticos relevantes. Y pasar, luego, de los debates, a los hechos. Hay asuntos impostergables.
- Fomento de la resiliencia: La permacrisis puede ser una oportunidad para fomentar la resiliencia y la capacidad de adaptación en las personas y en las comunidades. Podemos aprovechar esta oportunidad para fortalecer nuestra capacidad de resistir y superar las dificultades. Y también para transformar esa nueva capacidad en un motor de progreso y desarrollo.
El momento de cambiar el chip: Permaoportunidad.
En relación a las marcas, la permacrisis puede presentar una oportunidad para aquellas marcas que estén dispuestas a adaptarse y responder a las necesidades y expectativas de los empleados, los clientes, consumidores, ciudadanos, en este nuevo contexto.
- Mayor enfoque en la sostenibilidad: Aquellas marcas que sean capaces de demostrar su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social pueden tener una ventaja competitiva en este nuevo contexto.
- Mayor enfoque en la transparencia: Las marcas que sean capaces de demostrar su transparencia y honestidad en sus acciones, su comunicación y en sus prácticas comerciales pueden ganar la confianza y lealtad de los consumidores.
- Mayor enfoque en la calidad y la durabilidad: Las marcas que sean capaces de ofrecer productos de alta calidad y durabilidad pueden destacar en un mercado donde los consumidores están buscando productos que les duren más tiempo.
- Mayor enfoque en la innovación: Aquellas marcas que sean capaces de innovar y de crear o de adaptarse a las nuevas necesidades y expectativas de los consumidores pueden tener una ventaja competitiva en este nuevo escenario. Innovar como medio no sólo como fin.
- Mayor enfoque en lo humano: Las marcas pueden hacer un gran uso de las nuevas herramientas integrando las nuevas tecnologías al servicio de una nueva dimensión en la relación con las personas. Bien utilizadas, estas nuevas herramientas podrían ayudar a escribir un capítulo extraordinario en la relación marcas-personas. Y viceversa.
En resumen, la permaoportunidad es una actitud y una habilidad para estar en constante búsqueda de oportunidades, incluso en momentos difíciles, y convertirlas en ventajas para el éxito continuo. Las marcas existosas lidian con la permacrisis y crean la «permaoportunidad».
¿Cómo está actuando tu marca?