
Es difícil predecir con certeza cómo será la sociedad occidental dentro de una década, pero basándonos en las tendencias actuales y en los avances tecnológicos, podemos hacer algunas suposiciones educadas. Comparto una mirada de pájaro sobre algunos asuntos de relevancia capital para nuestro futuro, como la sociedad, el trabajo, la educación y las empresas para dentro de 10 años.
Las aceleraciones desatadas por Silicon Valley en tecnología y globalización digital han creado un mundo donde cada trabajo exige más habilidades y, además, aprendizaje permanente. Si crees que las máquinas son inteligentes hoy y que la inteligencia artificial lo está cambiando todo… espera un año. Es inimaginable lo que será en 10.
Y si algo hemos aprendido en estos últimos años, nada está escrito en piedra y los cambios generan más cambios y todo está re configurándose.
El 2033 llegará tres años después de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
Esta Agenda nació como un plan de acción para las personas, el planeta y la prosperidad. También busca fortalecer la paz universal en una mayor libertad. Reconoce que erradicar la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es el mayor desafío global y un requisito indispensable para el desarrollo sostenible. Todos los países y todas las partes interesadas, actuando en asociación colaborativa, ¿implementarán este plan?
¿Estamos decididos a liberar a la raza humana de la tiranía de la pobreza y la miseria y sanar y proteger nuestro planeta?
¿Estamos decididos a dar los pasos audaces y transformadores que se necesitan con urgencia para cambiar el mundo hacia un camino sostenible y resiliente?
Mientras nos embarcamos, o ya estamos embarcados, en este viaje colectivo, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y las 169 metas de la Agenda universal están, aún, lejos de ser alcanzados.
Es inspirador buscar construir sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio y completar lo que estos no lograron. Buscan hacer realidad los derechos humanos de todos y lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas. Son integrados e indivisibles y equilibran las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, la social y la ambiental.
Los Objetivos y metas estimularán la acción en áreas de importancia crítica para la humanidad y el planeta:
Personas: Porque se quiere poner fin a la pobreza y el hambre, en todas sus formas y dimensiones, y a garantizar que todos los seres humanos puedan desarrollar su potencial con dignidad e igualdad y en un entorno saludable.
Planeta: Proteger el planeta de la degradación, incluso mediante el consumo y la producción sostenibles, la gestión sostenible de sus recursos naturales y la adopción de medidas urgentes sobre el cambio climático, para que pueda satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras.
Prosperidad: Garantizar que todos los seres humanos puedan disfrutar de vidas prósperas y plenas y que el progreso económico, social y tecnológico se produzca en armonía con la naturaleza.
Paz: Fomentando sociedades pacíficas, justas e inclusivas libres de miedo y violencia. No puede haber desarrollo sostenible sin paz ni paz sin desarrollo sostenible.
Colaboración: Movilizando los medios necesarios para implementar esta Agenda a través de una Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible revitalizada, basada en un espíritu de solidaridad mundial fortalecida, centrada en particular en las necesidades de los más pobres y vulnerables y con la participación de todos los países, todas las partes interesadas y todas las personas.
¿Qué pasará en el ámbito del Trabajo?
Es probable que la automatización y la inteligencia artificial continúen transformando la forma en que trabajamos . Es posible que veamos más trabajos desaparecer debido a la automatización, pero también pueden surgir nuevas oportunidades de trabajo en campos relacionados con la tecnología, la sostenibilidad y la atención sanitaria.
El impacto de la IA variará según los diferentes sectores: el 46 % de las tareas administrativas y el 44 % de las profesiones jurídicas podrían automatizarse, pero solo el 6 % en la construcción y el 4 % en el mantenimiento, se estima.
La inteligencia artificial (IA) podría reemplazar el equivalente a 300 millones de empleos de tiempo completo.
Podría reemplazar una cuarta parte de las tareas laborales en los EE. UU. y Europa, pero también puede significar nuevos puestos de trabajo y un auge de la productividad.
Y eventualmente podría aumentar el valor anual total de bienes y servicios producidos a nivel mundial en un 7%.
Según una investigación el 60% de los trabajadores están en ocupaciones que no existían en 1940.
Pero otra investigación sugiere que el cambio tecnológico desde la década de 1980 ha desplazado a los trabajadores más rápido de lo que ha creado empleos.
Y si la IA generativa es como los avances anteriores en tecnología de la información, concluye el informe, podría reducir el empleo a corto plazo.
Sin embargo, el impacto a largo plazo de la IA era muy incierto por lo que todas las predicciones firmes deben tomarse con cautela.
No sabemos claramente cómo evolucionará la tecnología o cómo las empresas la integrarán en su forma de trabajar.
Eso no quiere decir que la IA no alterará la forma en que trabajamos, pero también debemos centrarnos en las ganancias potenciales en los estándares de vida del trabajo de mayor productividad y los servicios más baratos, así como en el riesgo de quedarnos atrás si otras empresas y economías se adaptan mejor al cambio tecnológico.
Trabajos que morirán y otros que nacerán. Como por ejemplo:
1. Gerente de equipos humano-máquina
2. Diseñador de viajes de realidad aumentada
3. Optimizador de tráfico de drones
4. Mecánico de automóviles autónomos
5. Auditor de sesgo de algoritmo
6. Planificador de metaverso
7. Creador de órganos
8. Renaturalización
9. Ingeniero de basura
10. Pronosticador de terremotos
¿Que podemos esperar de la Educación?
Se acabó la idea de que podemos ir a la universidad durante cuatro años y luego gastar ese conocimiento durante los próximos 40. Si quiere ser un empleado de por vida en cualquier lugar hoy, tiene que ser un aprendiz de por vida.
Y eso significa: Más está ahora en cada persona. Y eso significa que la auto motivación para aprender y seguir aprendiendo se convierte en una de las habilidades más importantes para la vida.
Los niños que están en la primaria hoy se graduarán de la escuela secundaria en 2033.
Necesitamos un nuevo marco de aprendizaje en evolución que establece una visión ambiciosa para el futuro de la educación.
Con puntos de orientación hacia el futuro que queremos: el bienestar individual y colectivo, la solidaridad, nuevos ámbitos de conocimiento, desafíos desconocidos y una profunda re conexión con lo humano.
Un modelo de aprendizaje para enfatizar la necesidad de que los estudiantes aprendan a navegar por sí mismos a través de contextos desconocidos.
Es presumible que la educación en línea y la educación a distancia se conviertan en la norma que complemente la educación presencial. La pandemia del COVID-19 aceleró la adopción de la educación en línea y muchos estudiantes y educadores han descubierto los beneficios de la educación no presencial.
Es posible que las instituciones educativas tradicionales tengan que adaptarse y ofrecer programas más innovadores y evolucionados para mantenerse competitivas.
El concepto de un profesor o un maestro parado frente a una sala llena de estudiantes que escuchan y responden a las instrucciones es cada vez más cosa del pasado.
Si bien no es un enfoque completamente nuevo, los espacios de aprendizaje de los estudiantes reemplazarán el salón de clases típico que conocemos hoy. Esto hará que los estudiantes se conviertan, en parte, en co-creadores de su propio aprendizaje.
Las experiencias que permiten la colaboración, la comunicación y el trabajo en equipo para todos los estudiantes a menudo suceden más allá de las paredes del aula. Necesitamos facilitar estas experiencias en contexto, y nuestras aulas deben ser un reflejo de esto.
Más preparados para el mundo real.
Las aulas coexistirán como espacios físicos y en línea, invirtiendo el modelo de aprendizaje actual para que los estudiantes puedan aprender en casa y pasar el tiempo de clase colaborando y aplicando su conocimiento a problemas de la vida real. Aprovechando el espacio “social” para potenciar las habilidades sociales y las blandas.
Más allá del 2030 es altamente probable que los alumnos estén en cualquier lugar, en cualquier momento aprendiendo.
A medida que crece la ola de la era digital, y la adoptamos orgánicamente, cada vez es más fácil conectarse con un alcance global. Un mundo de información y de conocimiento está al alcance de su mano con solo hacer clic en un botón o con un simple comando de voz y, a medida que la tecnología continúa avanzando, los estudiantes necesitan aumentar su aprendizaje con ella.
La tecnología ya no es un factor motivador cuando se trata de aprender, es imprescindible. Es algo que debe incorporarse en el futuro de la educación para garantizar que los estudiantes estén equipados con las habilidades para hacer frente a un mundo que depende de la tecnología.
Sin perder de vista, en ningún caso, el factor humano.
Mientras que hay voces que argumentan que la tecnología en nuestras aulas crea estudiantes perezosos y desconectados, esto es un mito. La tecnología ha creado límites infinitos de dónde puede ocurrir el aprendizaje, con quién y por qué.
La tecnología puede ser un verdadero revulsivo siempre que sepamos como utilizarla, como ponerla al servicio de la educación y como aprovechar su potencial sin caer en la trampa.
La educación en el futuro deberá demostrar cómo se puede utilizar la tecnología en beneficio de los estudiantes y profesores o maestros, así como enseñar a las generaciones futuras cómo manejar los problemas que surgen de ella.
La tecnología va a cambiar el aprendizaje para siempre y debemos adoptarla y manipularla para nuestro beneficio.
Aprovechar justamente la tecnología para mejorar la personalización, el conocimiento de cada alumno, para un enfoque centrado en el alumno.
Junto con nuestras nociones cambiantes de lo que constituye un salón de clases, nuestras ideas sobre la forma en que se imparte la enseñanza también deben modificarse.
Cuánto más se conozca a cada alumno más posibilidades de éxito le estamos dando. Potenciar sus habilidades, ayudar en sus debilidades, comprenderlos y que no sean números ni datos, sino personas con un gran futuro mejorará no solamente la educación sino la sociedad y el mundo.
La mayoría de las profesiones tratan el caso de cada individuo de manera diferente: cada paciente de un médico, un dentista o un psicologo, tiene planes de tratamiento individualizados. La educación no debería ser diferente.
El viejo «modelo único de enseñanza y aprendizaje que se suponía servía para todos» está desactualizado y no tiene lugar en la agenda para la educación futura.
En el pasado, todos los niños y jóvenes hacían el mismo trabajo sin importar sus habilidades o capacidades. Ahora sabemos que esto contribuye a la desconexión, el mal comportamiento y los malos resultados.
Como resultado, los maestros o profesores tendrán planes de aprendizaje individualizados para los estudiantes, lo que permitirá que cada estudiante aprenda al ritmo que mejor se adapte a sus habilidades y se involucre con el contenido que sea más beneficioso para ellos.
Mejorando el ambiente de estudio, su bienestar y el progreso de una generación bastante incomprendida por los mayores.
La educación del futuro demostrará lo que te han dicho muchas veces: los resultados de los exámenes no te definen. Calificar es cómodo para el sistema, pero es una pérdida de tiempo si su único propósito es señalar quién está arriba y quién está abajo.
En el futuro, las evaluaciones se basarán en evidencias, utilizando medidas que permitan diseñar y personalizar planes de aprendizaje.
En la próxima década, la empresa del futuro, será muy diferente.
Los objetivos fundamentales de la estrategia puede que no cambien radicalmente, pero la forma en que las empresas ganan cambiará significativamente.
Surgirán nuevos modelos de ejecución en un entorno altamente turbulento.
Hoy en día, las empresas se definen por los activos que poseen y controlan. En el futuro, las empresas se definirán por los ecosistemas (los activos, las relaciones y las asociaciones) que controlan.
La nueva era requerirá habilidades y enfoques de liderazgo muy diferentes a los que han prevalecido durante los últimos 40 años.
Liderar y trabajar en una empresa del futuro también se sentirá muy diferente.
Los gerentes profesionales, que nos han guiado con éxito durante los últimos 40 años, serán los mejores socios o los mayores obstáculos para este cambio. Los líderes que busquen adaptarse necesitarán nuevas métricas y herramientas para acelerar, aprender y ayudar al talento a alcanzar su máximo potencial.
También es posible que se vuelvan cada vez más conscientes de la sostenibilidad y la responsabilidad social.
Es probable que los consumidores exijan cada vez más a las empresas que sean más responsables con el medio ambiente y con la sociedad en general. Las empresas también podrían adoptar cada vez más la inteligencia artificial y la automatización para mejorar la eficiencia y reducir costos.
En la próxima década, las empresas necesitarán competir cada vez más en la tasa de aprendizaje. La tecnología promete desempeñar un papel fundamental: la inteligencia artificial puede detectar patrones en conjuntos de datos complejos a una velocidad y escala extremas, lo que permite un aprendizaje dinámico.
Esto ayudará a que las organizaciones se adapten constantemente a las realidades cambiantes y emerjan nuevas oportunidades, que serán cada vez más importantes en un entorno incierto y que seguirá cambiando rápidamente.
Pero para que las empresas compitan en el aprendizaje, no basta simplemente con adoptar la IA, que por sí sola puede acelerar el aprendizaje solo en actividades individuales. Desbloquear todo el potencial de la IA y de los humanos requerirá una innovación organizacional fundamental.
Los líderes deberán reinventar la empresa como una organización de aprendizaje de próxima generación.
Las empresas verdaderamente modernas del mañana podrían tener algunas cuestiones transversales:
- Compuestas por equipos interdepartamentales y multidisciplinares que permitan la colaboración cruzada y canales abiertos de comunicación.
- Potenciando las relaciones sociales, que los empleados interactuen con los clientes, y stakeholders, y descubran sus verdaderas necesidades y los problemas que deben resolverse.
- Centradas en las innovaciones continuas y trabajar hacia objetivos a largo plazo.
- Utilizando un método de trabajo altamente iterativo y aproveche los procesos científicos, como Lean Startup. Realizando prototipos rápidos y experimentos rápidos que se concentren en las necesidades del cliente.
- Reportando y midiendo proyectos contra métricas de innovación. Potenciando un mindset de exploración, curiosidad y valentía.
- Identificando y formando campeones o equipos de innovación cuya función sea avanzar en nuevos proyectos y ayudar a los empleados a descubrir nuevas ideas y llevarlas a cabo. Liberand pequeñas cantidades de fondos para una gran cantidad de ideas, para maximizar la experimentación. Recompensando los «buenos fracasos» que informen las decisiones y proporcionen información útil
Hagamos un poco más de zoom al 2033
La sociedad occidental en 10 años podría estar marcada por la automatización y la tecnología, la educación en línea y a distancia, la salud digital y la responsabilidad social de las empresas.
Y yendo de lo general a lo particular, aquí hay algunas posibles cambios tangibles que podríamos ver para el año 2033:
- Mayor adopción de vehículos eléctricos y la disminución del uso de combustibles fósiles, impulsando la transición hacia un mundo más sostenible.
- Aumento de la automatización y la robótica en industrias cómo la manufactura, la logística y el transporte, lo que podría resultar en la eliminación de ciertos trabajos y la creación de otros nuevos.
- Avances significativos en la terapia génica y la medicina regenerativa, permitiendo el tratamiento de enfermedades actualmente incurables. Más uso de la inteligencia artificial y la automatización en el cuidado de la salud, incluyendo diagnósticos y tratamientos personalizados, lo que podría mejorar la eficiencia y la calidad del cuidado de la salud.
- Una conciencia más expandida sobre la necesidad de la inclusión y la diversidad en la sociedad, lo que podría llevar a cambios significativos en las políticas y prácticas empresariales.
- Mayor dependencia de la tecnología, como la realidad aumentada y la virtual (¿el metaverso?), en la educación, el trabajo y el entretenimiento.
- Incremento de la energía renovable, como la solar y eólica, en el suministro energético, lo que podría reducir la dependencia de combustibles fósiles y mejorar la calidad del aire.
- La explosión de la impresión 3D en la producción de bienes y servicios, lo que podría reducir los costos y mejorar la eficiencia.
- Incremento del teletrabajo y la educación en línea, permitiendo que las personas trabajen y estudien desde cualquier parte del mundo.
- Mayor inversión en tecnología y ciencia, impulsando la innovación y el avance en campos como la inteligencia artificial, la medicina, la energía y el transporte.
La sociedad
Lo que también está en juego es que impacto tendría en la sociedad un Estado cada vez más grande y controlador.
Es difícil predecir con precisión cómo será la sociedad en 2033 si el estado se vuelve más controlador y omnipresente. Sin embargo, si se implementan medidas extremas de control por parte del estado, es probable que se produzcan importantes cambios en las libertades individuales, la privacidad y la intimidad.
Por ejemplo, podríamos ver un mayor control sobre la información que se comparte en línea, incluyendo una mayor regulación del contenido en Internet y la recopilación de datos personales.
También podríamos ver un aumento en la vigilancia pública, incluyendo el uso de cámaras de seguridad, el seguimiento de la ubicación y la monitorización de la actividad en línea.
Esto podría tener un impacto significativo en las libertades individuales, la privacidad y la intimidad.
Las personas podrían sentirse más vigiladas y menos libres para expresar sus opiniones o llevar a cabo ciertas acciones.
También podría haber un aumento en la discriminación y la censura, ya que el estado podría controlar más de cerca lo que la gente dice y hace.
Es importante tener en cuenta que este escenario no es inevitable y que existen medidas que se pueden tomar para proteger las libertades individuales, la privacidad y la intimidad, incluso en un estado más controlador y omnipresente.
Por ejemplo, las leyes de protección de datos y privacidad pueden ser actualizadas para garantizar que los ciudadanos tengan un mayor control sobre sus datos personales.
A la vez podrían implementarse medidas para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas del gobierno, lo que podría ayudar a reducir la opacidad y la arbitrariedad en las decisiones políticas y de vigilancia.
2033 está a la vuelta de la esquina
Es posible que veamos avances tecnológicos y científicos cada vez más rápidos, así como cambios en la forma en que trabajamos y vivimos.
También se espera que aumenten las preocupaciones por el cambio climático y la sostenibilidad, lo que podría impulsar cambios en la forma en que producimos y consumimos bienes y servicios.
Además, es probable que continúen los debates sobre la igualdad, la justicia social y la diversidad, y que se produzcan cambios en la forma en que abordamos estos problemas en la sociedad.
También es posible que en la próxima década veamos cambios en la política y la economía global, que pueden tener un impacto significativo en la sociedad occidental. La creciente rivalidad entre las grandes potencias, como Estados Unidos, China y Rusia, podría tener implicaciones en la economía global y en la geopolítica mundial.
Otro factor que podría influir en la sociedad occidental en la próxima década es la demografía, con un envejecimiento de la población y una menor tasa de natalidad en algunos países, lo que podría tener implicaciones en la economía y la política.
Las interrelaciones y la naturaleza integrada de los Objetivos de Desarrollo Sostenible son de crucial importancia para garantizar que se cumpla el propósito de la nueva Agenda. Si realizamos nuestras ambiciones en toda la extensión de la Agenda, la vida de todos mejorará profundamente y nuestro mundo se transformará para mejor.
En resumen, la sociedad occidental en la próxima década es probable que experimente cambios significativos impulsados por avances tecnológicos, preocupaciones por el medio ambiente, la igualdad y la diversidad, la política y la economía global, la demografía y la automatización.
Y esto tan sólo es arañar un poco la superficie del mañana. Cada tema es un mundo que habrá que ir siguiendo con atención y comprometiéndonos a decidir y hacer hoy lo que será que pase mañana.
La buena noticia es que están surgiendo nuevos modelos educativos, y nuevos tipos de empresas, en todas partes para permitir que cualquier persona abrace el aprendizaje para la era de la aceleración.
La academia, las empresas, las sociedad, probablemente elegirán líderes que inspiren y doten a sus estudiantes, empleados, ciudadanos para que sean personas fuertes que puedan ser dueñas de su propio futuro.
La única certeza es que cada uno puede tomar medidas sobre los problemas que le preocupan. Podemos cambiar el mundo para mejor, juntos. Desde hoy. Desde ya.
Fuentes: OCDE. RMIT. ONU. BCG. Goldman Sachs.